martes, 12 de julio de 2011

No sólo hay cochinillo en Segovia.

Patos, patos y más patos. En Samboal (y en toda la zona del Carracillo) los llaman "parros", aunque no deja de ser lo mismo.

Antiguamente había muchas lagunas y humedales por toda región en las que la gente de los pueblos se dedicaba a criar patos. Así que, de comer patos, algo saben.

Esta vez visitamos el Merendero Terencio. Un asador de patos situado en el pueblo de Samboal, en la ribera de un río, con mucha vegetación, pista de tenis... buen sitio para ir y gozar de un alegre fin de semana.
El merendero abre los fines de semana en invierno y toda la semana en verano. En esta época los fines de semana está siempre lleno así que es aconsejable reservar porque es difícil encontrar sitio entre tanta familia dispuesta a disfrutar del río y, cómo no, de la comida.
El sitio cuenta con un horno de leña peculiar ya que tiene una abertura en el centro por donde sube directamente el fuego de la leña, que está situada en una cavidad inferior, algo poco usual en los hornos tradicionales.
El dueño nos explicó los secretos en su manera de asar y las diferencias con otros asadores, aunque le guardaremos el secreto profesional, por supuesto.

Nosotros abrimos apetito con una ensalada típica, sin ningún misterio. Eso sí, nos resultó especialmente buena, siendo que solo tenía los tres ingredientes que no pueden faltar en una ensalada: tomate, cebolla y lechuga.
Entre vino y vino, fue cayendo la noche y poco después aparecieron los primeros patos en una típica cazuela de barro.
Éstos no tenían ningún acompañamiento, ni cebolla asada, ni manzana, nada. Solo pato. Buen pato.
El pato en sí está muy bien asado, con un adobo especial que le da un sabor característico.
En el horno pierde la grasa y se asa en su propio jugo mezclado con el adobo, así que queda la carne tierna y jugosa. La piel queda suelta y con muy buen sabor.


Es un plato generoso, con lo que no recomendamos comer más de medio pato por persona (como mucho).
De todas maneras, los días en los que no hay mucha gente en el merendero es posible que tenga varios patos asados o a medio asar para la gente que va llegando, así que es probable que te encuentres con un pato algo recalentado o reseco (o puede que no), por eso es mejor ir sábado o domingo porque no paran de entrar y salir patos recién asados de su típico horno.

El servicio es rápido y el precio asequible (22€ por pato). Las raciones y ensaladas son generosas y el sitio sin ningún lujo pero bonito.

¡Id y comed antes de que vuelen!

Puntuación (1 a 10):
- Servicio: 5
- Cantidad: 6

- Calidad: 7
- Precio: 6

Valoración global: 6.  Sitio bonito aunque no muy cómodo. Mucha cantidad. Bien asado.

2 comentarios:

  1. No voy a leer mas de una entrada en el mismo dia... joder que hambre¡¡¡

    Buen curro¡¡¡

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  2. Muchas gracias!

    Si algún día vas a este merendero no pruebes bocado en un par de días para poder ir con hambre!

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