miércoles, 14 de septiembre de 2011

Brasa, brasa... ¡Ven a mí!

Si te gustan las carnes a la brasa, los ibéricos, las patatas asadas o las tostadas, el "Merendero El Temple" es tu restaurante.
Está situado en el casco viejo de Huesca, cerca del Monasterio de San Pedro el Viejo, donde descansan los restos de los reyes de Aragón: Alfonso I el Batallador y su sucesor Ramiro II el Monje.
El restaurante está decorado de manera rústica y el servicio es algo informal.
Tiene un pequeño comedor a pie de barra y en la misma sala se encuentran también las brasas donde puedes ver en todo momento la elaboración de las carnes.
De primero es obligatorio una ensalada tanto como entrante como para acompañar y suavizar las carnes.
La típica ensalada aragonesa de la zona, por ejemplo, es muy completa: espárragos, huevo duro, cebolla, tomate, olivas, bonito, etc... Aunque no encontramos gran diferencia con la ensalada ilustrada, salvo el precio. Se puede pedir alguna ración más ya que las tostadas o los pimientos asados a la brasa son muy ricos. Aunque, cierto es, que no tiene excesiva variedad de entrantes.
Otra recomendación es pedir pan untado en tomate ya que es una excelente acompañante para el plato fuerte, el de carne, que por otro lado es el plato estrella de la casa.
En carnes tienes una variedad que va desde la longaniza, costillas de cordero, chuletón o el popurrí. Es un plato que aconsejamos pedir si no lo tienes claro o si te gusta la variedad porque se compone de morcilla, chorizo, longaniza, costillas de cordero y panceta, todo ello a la brasa. El plato también incluye trozos de torteta dulce, que es un plato típico altoaragonés, y todo ello acompañado de unas riquísimas patatas, por supuesto.
Lo que mas destaca del plato, para nosotros, es la longaniza, que sin llegar a ser de la calidad de la del salto de Bierge tiene un punto muy bueno. Las tortetas y las patatas también se agradecen en el plato.

Popurrí de carne a la brasa

Creemos que es un sitio donde se puede ir a comer por placer o si tienes algún compromiso que no sea excesivamente serio. El servicio no destaca demasiado y las mesas están muy juntas y tienen mantel y servilletas de papel, algo que nos recueda quizás a un merendero como el del artículo de los patos en Segovia o el del salto de Bierge más que a un buen restaurante como Doña Taberna, donde se cuidan mucho más todos esos detalles. El precio quizás es lo que hagan mejor a este sitio, ya que por ejemplo la ensalada aragonesa, y el popurrí con pan, vino, agua y café son unos 15€ por persona y seguro que sales sin hambre.


Puntuación (1 a 10):
- Servicio: 5
- Cantidad: 6
- Calidad: 5
- Precio: 6

Valoración global: 5,5. Servicio muy discreto en un sitio acogedor, con unos precios asequibles y una calidad más o menos razonable. Si estás cerca y tienes ganas de brasa es una buen opción cantidad-precio, pero no va a destacar en mucho más.

martes, 6 de septiembre de 2011

Y entre plato y plato...

Otra de las paradas obligatorias si estás por la provincia de Huesca es la visita de Aínsa. Precioso pueblo medieval, con un patio de armas y una plaza realmente dignas de ver.
A escasos 5 kilómetros y no muy lejos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se encuentra la localidad de Labuerda y ahí podemos visitar la "Fonda Carrera". Un restaurante con varios comedores de pequeño tamaño pero bien acomodados y una carpa en el patio donde también sirven comidas si el tiempo acompaña. ¡Ah! Y una descuidada zona de bar.
Se aconseja reservar ya que siempre suele estar lleno (sobre todo en época de verano), y aún así suele retrasarse la hora de la comida por la gran afluencia de gente. Es un restaurante para ir sin ninguna prisa.

El menú se compone de un primer y segundo plato a elegir, y entre los dos platos principales ponen lo que ellos denominan el "pica pica", que explicaremos más adelante.
Los primeros platos suelen ser siempre a elegir entre algún tipo de pasta, algún caldo, algún plato de cuchara o alguna ensalada. No suelen ser platos que destaquen demasiado pero se dejan comer y matan el gusanillo hasta que llega el pica pica.
Algunos ejemplo de los  primeros platos son: crema de calabacín, sopa de pescado, canelones de espinacas, pasta a la carbonara, ensalada de patata y bacalao a la vinagreta, ensalada de pasta...

Ensalada de patata y bacalao a la vinagreta

El pica pica se compone de pequeños platos que te van sacando en lo que se prepara el segundo. Suelen variar de una vez para otra pero principalmente es una ensalada para compartir, paté casero, bandeja de embutidos y 3 platos con las tapas que tengan preparadas ese día, es una magnifica forma de esperar al segundo plato, y quizás sea una de las razones del éxito del bar y por la que va mucha gente. Aquí vienen unos ejemplos:


Tostada con queso de untar y pimiento dulce asado.


En lo que a segundos se refiere tienen varias opciones aunque los platos que más triunfan son los realizados con brasas. Se puede elegir entre cordero, churrasco o longaniza, todo ello a la brasa, o un plato mixto que incluye las tres cosas. La longaniza no es la mejor de la zona, y más si has estado en el salto de Bierge, pero al ser a la brasa está bastante buena y tierna. Las chuletas de cordero a la brasa siempre es un plato que cumple y quizás lo más destacado sea el churrasco, que suele ser tierno, jugoso y sabroso y con ese toque tan característico que las brasas dan a las carnes. Si no te gusta la idea de pedir el plato mixto, el de churrasco sea la mejor de las opciones.

Parrillada mixta de carne.

En postres suelen tener siempre alguno casero (mejor preguntar para no llevarse sorpresas). Nosotros aconsejamos el "pan carrera" que aparte de ser casero está especialmente bueno. Una especie de flan casero a base de pan con nata y caramelo.


Puntuación (1 a 10):
- Servicio: 6
- Cantidad: 7
- Calidad: 6
- Precio: 6

Valoración global: 6. El servicio intenta ser atento pero quizás el tener siempre las mesas llenas no ayuda demasiado. Los primeros platos no suelen triunfar en exceso pero el "pica pica" lo arregla ya que son pequeños y buenos bocados. Las brasas, sobretodo el churrasco, ponen la puntilla a la comida y a la obligada visita a Aínsa.